martes, 12 de diciembre de 2017

Pro-anti

El fanatismo se caracteriza por la adhesión ciega a determinado grupo. Si los humanos somos personas sociales que necesitamos estar integrados en un grupo que nos arrope, los fanáticos son personas que necesitan estar mucho más integrados que el resto de los mortales. Y para lograr este propósito son capaces de todo. Hay padres antivacunas que no vacunan a sus hijos. Hay quien diga que todas las opiniones son respetables, hasta que su niño se contagia y se muere. Es ahí, cuando lloran por el hijo muerto cuando se dan cuenta que no todas las opiniones son respetables.

Los sinvergüenzas se caracterizan por el desprecio al otro. La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a dos años de prisión por un delito de estafa y otro de falsedad a una pediatra que inyectaba suero fisiológico a los niños engañando a sus padres, a quienes hacía creer que eran vacunas por las que les cobraba cantidades que oscilan entre los 60 y los 1.200 euros.
La doctora, funcionaria pública que engañó a los pacientes cuando trabajaba en el centro de Salud de Carlet y en el Hospital de La Ribera de Alzira, recomendaba las vacunas a los padres de los menores para prevenir la varicela, el sarampión o el virus del papiloma humano. Le ofrecía la medicina a un precio inferior del que pagarían si tenían que adquirirla en una farmacia.

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