sábado, 12 de junio de 2010

Los humanos nos sumamos a la asociación tripartita virus-bacteria-invertebrado.



Algunos invertebrados interactúan con nosotros de la manera más molesta, me estoy refiriendo a mosquitos, gusanos, garrapatas. El mosquito nos pica para robar nuestra sangre. Este hecho puede ser explotado por gusanos parásitos como el que provoca la malaria, que infecta a 210 millones de personas en todo el mundo. En estos momentos hay varios proyectos financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates que emplean Wolbachia para controlar la población de mosquitos que transmiten el parásito que causa la malaria. En estos proyectos se explota la habilidad que tiene Wolbachia gracias a su técnica de incompatibilidad citoplasmática para parasitar a todos los individuos de una especie. La segunda enfermedad más común de las transmitidas por mosquitos y que afectan a los seres humanos es el dengue. Actualmente existen alrededor de 40 millones de casos de dengue y varios cientos de miles de casos de dengue hemorrágico cada año.
Recientemente el grupo de McMeniman de la Universidad de Queensland ha conseguido infectar mosquitos transmisores del virus del Dengue con Wolbachia, así consiguieron reducir a la mitad la esperanza de vida del mosquito. Como el virus del dengue requiere un par de semanas en el mosquito para adquirir su capacidad infecciosa, estos investigadores creen que reducir su esperanza de vida disminuirá la peligrosidad del virus. Sugieren que esta estrategia podría aplicarse para frenar la malaria y la fiebre del Nilo Occidental. El grupo de Eric Pearlman de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland ha descubierto que el gusano que causa la filariasis, una enfermedad tropical que afecta a 120 millones de personas, está a su vez infectado con la bacteria Wolbachia, y que si matan a la bacteria con un antibiótico, el gusano por si mismo no puede sobrevivir.
Quedan muchísimos interrogantes sobre la biología de esta bacteria y su asociación con el virus fago WO, y sus múltiples hospedadores. Conocer más sobre esta asociación tripartita nos ayudará a entender cual es la lógica de los ADN egoístas y su papel en la evolución de los sistemas. Por ahora Wolbachia ya nos está enseñando que no estamos solos y que estamos en el mundo todos juntos. Wolbachia mata a los machos, produce la 'inmaculada concepción' y quizás acelera también la división entre especies estableciendo una relación entre virus-bacteria y hospedador.
El caso de Wolbachia ensancha nuestra visión sobre la naturaleza. Del mismo modo que Charles Darwin nos enseño que las especies actuales procedían de otras más antiguas, hoy en día empezamos a comprender que las especies no están solas en su lucha por la supervivencia. Un saltamontes es un saltamontes más las bacterias que viven en el y los virus de esas bacterias. Cada elemento le proporciona ciertas propiedades a todo el sistema. El hombre no puede sentirse como una especie donde sus individuos luchan entre si por la supervivencia desde el punto de vista que tenemos una cultura y un conocimiento científico que hace que otras especies trabajen conjuntamente para mejorar nuestra salud y nuestra forma de vida.

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